Todo es el silencio...
Imagino entonces
los últimos gemidos tuyos
cuando complacida
tocabas la muerte.
Recuerdo mis zapatos
buscándote tan puta
entre la niña
que en flor de mano
perdía su verguenza.
Mujer todo es silencio...
Y silencios son tus senos,
y tus manos,
y tu espalda sangrante,
y tus alas destrozadas,
y tus piernas abiertas:
el sacro instante
de volverte recuerdo...
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