Cantaría victoria
si fuera tu rostro
este día que me asesina
Me confundiría entre tanta distancia
sólo para sobrarle
a la imagen de tu espalda
hecha un puño en mi mano.
Tu voz,
sería la voz que se incendia
entre los pliegues desnudos
de esta boca rota y mía,
esta boca dulce y tuya…
Pero soy gris:
libro de hojas muertas,
medida doliente de la distancia,
sueño hecho un verso estrujado
en el bolsillo.
Cantaría victoria
si el desierto me dejara,
si la nieve,
no me congelara los versos.
Si,
cantaría tus senos
y mis manos en ellos,
cantaría tu espalda
y mi lengua surcándote,
cantaría tu sexo y mi sombra arrodillados,
buscando la seguridad del suelo.
Cantaría ¡VICTORIA!
si no fueras tan parecida
al olvido…
uy.
ResponderEliminarRotundamente triste pero hermoso.
Pero soy gris:libro de hojas muertas,medida doliente de la distancia,sueño hecho un verso estrujado en el bolsillo.Es precioso aunque el dolor traspaso el poema y me calo en el alma,y si ahora que lo dices la Victoria me suena a el olvido ;es curioso,gracias mi querido amigo tus poemas los leo de vez en cuando,pero me nutren el corazon
ResponderEliminarJulia, gracias por tus palabras, ese es el punto justo para el poema, que sea triste y, por supuesto, sin pretenciones, que llegue a gustar. Saludos
ResponderEliminarMay amiga, me halagan tus palabras, me hacen sentir bien con el poema y además, escribiéndolo, también me dolió el alma, como si estuviera en el momento de la acción plena...
ResponderEliminarEsta precioso, no hay nada mas que decir, gracias
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