Por ser menos que un verso
acudo a los versos de otros,
como si así,
pudiera encontrar una puerta
sin pasador.
Soy un comerciante…
de esos buenos!
Podría venderte a mi abuela (cualquiera),
por puta y odiosa que sea.
Por ser menos que un verso
y más que cualquier vendedor,
se me salen las alas de mosca
y suelo comer mierda…
…diariamente.
¿Qué ves en mi sombra,
que en mi cara de bobo no se note?
¿Adónde vamos a parar,
si con sólo recordar que debo trabajar,
se me retuercen los ojos?
¡Claro!
A ningún lado,
a tu casa o la mía,
o peor aún,
a la nuestra,
como si no bastara decir “te amo”
o revolcarse en el suelo, simplemente.
Soy un lastimoso comerciante
pero en asunto de pieles,
no sé,
como negociar…
Es que este asunto...dificil el acuerdo...y muchas veces nada basta...
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