Ya sin ti
Estoy listo…
Tu nombre empieza
A ser un templo en mi mano.
¿Estará, acaso,
Tu sombra desnudándome también
Contra la pared?
Hoy vestirás de morado
Y el cristo reirá…
Llegarás a mí,
Sólo como los versos llegan.
Estaré detrás de tu ausencia,
Oleré el recuerdo de tu cabello
Y domaré la bestia en tus alas,
Esa que nunca vi,
Para que no te vayas…
Mientras lamerás
El cansancio
Enredado entre mis dedos,
Yo me inclinaré ante el incienso
Y partiré hacia tu inexistencia,
Dejaré las cuentas del rosario
Muriendo entre las oraciones
Escritas en el papel de baño.
Y para entonces,
Volverás a ser
Ese vino y ese pan,
Que sólo se eternizan,
Cuando no estás conmigo…
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